| Descripción |
Anforeta cerámica, de perfil bitroncocónico achatado, suavemente carenado en la zona media, con una pequeña boca circular, de borde cóncavo y labio redondeado en el extremo y un gran apéndice cónico en la base, hueco en su interior, que recuerda a los característicos pivotes de ánfora. Cerámica de paredes gruesas, con superficie alisada, de color pardo amarillento. Aparece cubierta de abundantes concreciones marinas y algas rojas.
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| Clasificación Razonada |
Descartado su origen romano, se puede afirmar que son formas derivadas de las ánforas romanas tardías, con una amplia cronología que va desde la baja Edad media hasta el fin de la Edad Moderna. El hecho de que la mayoría de las anforetas se hayan encontrado en zonas costeras, tanto en hallazgos submarinos como en lugares próximos al litoral, parece indicar que estuvieron relacionadas con la navegación marítima. Por un lado cabe la posibilidad de que fueran utilizadas para el transporte de mercancías: aceites, licores, vinos, etc, en el comercio de ultramar, hecho atestiguado en las relaciones de embalajes y recipientes empleados de las embarcaciones que realizaban el tráfico marítimo con América, existentes en la Casa de Contratación (López, 1980, pp. 150-61), y de la gran abundancia de estas vasijas en las costas americanas. Por otro lado está la hipótesis, defendida desde antiguo por Borges, de que fueron lámparas de iluminación para la navegación costera nocturna, que se venían utilizando desde épocas antiguas hasta los albores del siglo XIX, apoyándose para ello en las impregnaciones de resina que poseen muchas de estas piezas, y en la existencia de mosaicos romanos donde se representan posibles tearios, similares a estos recipientes. Idea que viene a apoyar la representación en el retablo de Santa Ursula de Cubels, (Múseu d´Art fr Catalunya) ) de dos naves del siglo XV, portando recipientes muy similares, sujetos a la popa por medio de arandelas. Balil, sin embargo, rechaza rotundamente esta idea y lanza la posibilidad de que sirvieran como ´jarras de pólvora´ o para el transporte de sustancias especiales como el mercurio, utilizado en la metalurgia de la plata. Se puede acabar afirmando, en espera de nuevos hallazgos que nos permitan conclusiones más precisas, que estas cerámicas imitan formas tardías del mundo clásico, que se utilizan como lámparas de iluminación en la navegación desde la Baja Edad Media, que posteriormente, y quizás de manera simultánea, van a servir para el transporte de mercancías, principalmente líquidos, y más recientemente fueron reutilizadas como recipientes de almacenaje, aunque ninguno de estos extremos se haya podido confirmar.
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